El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, arribó este sábado a Beijing para efectuar pláticas sobre la promesa de China de comprar más productos estadounidenses, luego de que Washington elevó las tensiones al renovar su amenaza de aranceles sobre las exportaciones chinas de productos tecnológicos.
Las conversaciones se centran en detalles de la promesa de China el 19 de mayo de reducir su superávit comercial con Estados Unidos, que alcanzó un nivel récord de 372 mil millones de dólares, en el 2017.
ELEVAR ARANCELES
El presidente, Donald Trump, sumió en dudas esta semana el status de las negociaciones al reiterar su amenaza de elevar los aranceles sobre 50 mil millones de dólares en productos chinos por quejas de que Beijing presiona a compañías extranjeras a entregar tecnología.
Analistas del sector privado dicen que aunque Beijing se ha mostrado dispuesto a hacer concesiones en su superávit comercial, va a resistirse a cambios que puedan amenazar planes de transformar a China en un competidor global en tecnología.
Los dos gobiernos no dieron a conocer un calendario para las conversaciones, pero China previamente dijo que Ross estaría en Beijing hasta el lunes.
DISPUTA “EN SUSPENSO”
China prometió “aumentar significativamente” las compras de productos agrarios, energía y otros productos y servicios.
Luego del anuncio de Beijing, el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, dijo que la disputa estaba “en suspenso”. Pero la tregua pareció terminar con el anuncio esta semana por Washington de que iba a proceder con los aranceles sobre los productos tecnológicos e imponer reducciones sobre las inversiones chinas y compras de productos estadounidenses de alta tecnología.
La medida se produce en medio de crecientes preocupaciones estadounidenses sobre el status de China como potencial competidor en el sector tecnológico y quejas de Beijing subsidia inapropiadamente sus industrias nuevas y las protege de competencia.